Argentina y Alemania, ¿fracasos distintos en el Mundial?

En la vida puede ser conocido como el momento de la verdad, pero en el fútbol es el momento de la adversidad. Es el momento en el que, como equipo, os encontráis intentando hacer frente a la presión, a las malas actuaciones e incluso a los problemas fuera del terreno de juego, que se han combinado para poner en peligro vuestra participación en el mayor torneo de fútbol del mundo. Sabe que la forma en que reaccione definirá su oportunidad de levantar el Mundial y pasar a formar parte de la historia.

Esta semana, Alemania y Argentina se enfrentaron al abismo del fracaso inminente cuando la adversidad golpeó a ambos equipos mucho antes de lo esperado en el torneo. En el caso de la selección sudamericana, garantizo que el alivio, la euforia y la alegría que sintieron cuando Marcos Rojo marcó el gol de la victoria contra Nigeria los hará psicológicamente más fuertes, confiados e intrépidos en el próximo partido contra Francia. Este es el beneficio de enfrentarse a la adversidad extrema y a la presión del país de origen y saber que ya se ha superado un obstáculo importante, galvanizando al grupo y fortaleciéndolo mentalmente.

El poderío ofensivo de Argentina

Creo que Argentina sigue siendo una gran amenaza en este Mundial. Los problemas en el fútbol de torneos pueden ser algo bueno si se encuentra una solución a tiempo, algo que Argentina ha hecho, cambiando el agresivo partido de alta presión de Jorge Sampaoli con tres defensas centrales por una defensa más conservadora y convencional. Les da una base sólida a partir de la cual el ritmo de Ángel Di María, el sondeo de Éver Banega y el genio de Lionel Messi pueden florecer en las áreas delanteras.

Se ha hecho mucho en cuanto a quién toma las decisiones de los entrenadores dentro del campo argentino, pero mientras todos estén en la misma página y los jugadores sean abiertos, honestos y respetuosos en las discusiones con el entrenador, tener un enfoque colaborativo de los problemas tácticos puede fomentar la rendición de cuentas, la toma de decisiones y la unidad del grupo sobre el terreno de juego. Esto mejorará tanto el rendimiento del equipo como la dinámica en el futuro. El hecho es que el grupo vio que algo no funcionaba, se enfrentó a los desafíos de frente y trató de adaptarse, lo que dio como resultado una actuación mucho mejor contra Nigeria que en su anterior partido contra Croacia.

Alemania, menos contundente de lo habitual

La adversidad de Argentina puede hacer que sea un equipo aún más difícil de enfrentar en las últimas rondas, y tengo la sensación de que vencerá a Francia el sábado. Por el contrario, Francia ha cruzado sin tener el escrutinio y las dificultades que Argentina ha tenido que superar. Los argentinos han jugado dentro de sí mismos a un ritmo lento, y todavía hay dudas sobre si serán capaces de encenderlo bajo presión contra un equipo que, incluso con el mejor futbolista del planeta, seguirá estando clasificado como desvalido y no tendrá nada que perder.

Y luego está Alemania. A pesar de su reputación de encontrar soluciones, no se adaptaron ni resolvieron los problemas con los que se encontraron en su primer partido contra México, sino que continuaron con su plan táctico de amplios laterales sin la cobertura necesaria desde el mediocampo para protegerlos de los contraataques. Esto les dejó abiertos ante Suecia y, en última instancia, los llevó a caer fuera de la liguilla contra Corea del Sur.

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