Historia de River Plate

Es casi una tradición, cuando se conoce a un argentino, presuponer que le gusta el fútbol, y muy posiblemente acertaremos. No en vano algunos de los mejores jugadores de la historia de este deporte nacieron en Argentina, y también es de aquel país el que se considera ya el mejor de todos los tiempos, Leo Messi.

Decimos, pues, que damos por hecho que a los argentinos les gusta el fútbol, y una pregunta que casi siempre oirán cuando viajen por el mundo, la que rompe el hielo de cualquier conversación, es «¿River o Boca?»

Son los dos equipos que se enfrentan en el llamado Superclásico del fútbol argentino, que se lleva celebrando desde 1913, ya hace pues más de 100 años, pero el equipo más veterano de los dos es Club Atlético River Plate, fundado el 25 de mayo de 1901.

Además, es el club que ha militado más veces en la primera división argentina. Pero no solo por ello, sino por los indiscutibles éxitos deportivos que ha cosechado a lo largo de toda su historia, River Plate es un equipo legendario y uno de los más conocidos y populares en todo el mundo.

Ya en su Argentina natal tuvo que cambiar de estadio varias veces durante sus primeras décadas debido al constante aumento de popularidad, y desde 1938 juega sus partidos como local en el estadio Monumental, oficialmente Antonio Vespuci Liberti, el de mayor tamaño y capacidad del país y uno de los más grandes del continente americano, además de ser la sede de la selección argentina de fútbol.

El palmarés de River es sin duda impresionante: 36 campeonatos de Primera División –y por lo tanto también es el equipo que lo ha conseguido más veces, 5 más que su eterno rival, Boca Juniors-, 8 copas nacionales y 2 campeonatos de segunda división.

En cuanto a títulos internacionales, River Plate tuvo un año especialmente glorioso en 1986, cuando logró alzarse con su primera Copa Libertadores –la «Champions League» de Sudamérica-, lo que le permitió el acceso a la Copa Intercontinental, que ganó en su primera participación. Ganaría otra prestigiosa Libertadores en 1996, y la tercera en 2015. Además, en sus vitrinas están una Copa Interamericana (1987), una Copa Sudamericana (2014), una Supercopa Sudamericana (1997), una Recopa Sudamericana (2015) y una Copa Suruga Bank (2015).

Por si estos datos no fueran suficientes para mostrar la importancia de River Plate, como curiosidades estadísticas tenemos, por ejemplo, que es el club que ha ganado más veces tres ligas consecutivas, concretamente en cuatro ocasiones, pero también es el conjunto con más goles marcados y menos recibidos, más partidos ganados y menos perdidos del fútbol argentino. Además, con sus 31 participaciones en la Copa Libertadores, es el club que ha disputado más veces dicha competición.

Sin embargo no todo fueron éxitos: fue mundialmente conocido el sorprendente y humillante descenso de River a la segunda división argentina, la Primera B Nacional, por primera vez en su historia, en 2011, lo que provocó graves disturbios. Aun así, la grandeza del equipo quedó reflejada al volver al cabo de solo un año, y con la ayuda de varios exjugadores que al conocer el descenso del club quisieron regresar a él para ayudarlo a volver a su lugar natural.

Pero un equipo nunca sería importante sin su hinchada, y la de River se considera una de las mayores del mundo, como también lo es su número de socios oficiales, superior a las 123.000 personas. Esa hinchada ha tenido dos apodos principales en su historia: el primero fue el de «millonarios«, que se ganó al desembolsar cantidades inusitadas de dinero en los años 30, cuando los clubes argentinos empezaron a profesionalizarse. El segundo, sin embargo, tiene un origen poco festivo, y aun así lo usan los mismos aficionados del club.

Se trata de «gallinas«, y viene de una curiosa anécdota sucedida en 1966: después de que River Plate perdiera sorprendentemente una final de la Copa Libertadores que iba ganando 2 a 0, en su siguiente partido de liga se enfrentaba a Banfield y los hinchas de aquel equipo soltaron sobre el campo una gallina pintada con una franja roja. Y lo que empezó como un humillante insulto se convirtió, con los años, en un recuerdo divertido hasta el punto de que la propia hinchada acepta el apodo.

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